lunes, 28 de mayo de 2012

BERBEGAL. Presentación postergada

Por razones profesionales me he visto obligado a posponer la presentación del libro "Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses deportados a los campos nazis" que estaba prevista para el día 2 en Berbegal. En cuanto podamos, concretaremos una  fecha con los reponsables municipales.

sábado, 26 de mayo de 2012

BERBEGAL. Presentación "Itinerarios e identidades"

El próximo sábado, día 2 de junio, se presentará en Berbegal el libro "Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses deportados a los campos nazis". El acto,organizado por el Consistorio municipal, tendrá lugar a las 20:30 h. en el Salón de Actos del Ayuntamiento.

Berbegal es una pequeña población de la comarca del Somontano de Barbastro de poco más de 400 vecinos. Del millar largo de deportados aragoneses,  uno de ellos, Rafael Monter Cor, era originario de esta localidad, donde había nacido el 24 de octubre de 1906. En estos momentos desconocemos casi todo sobre la trayectoria de Rafáel, del que sólo podemos aportar algunos datros sobre su "itinerario.

En abril de 1938, Rafael se encontraba en Barcelona donde ingresó como asociado en Solidaridad Internacional Antifascista, una asociación de carácter libertario, creada durante la Guerra. Tras la retirada republicana, en febrero de 1939, pasó por la experiencia común  de los campos del sur de Francia. Lo suponemos alistado en una de las Compañías de trabajadores organizadas por el gobieno francés, siendo detenido por los alemanes en la primavra de 1940 y deportado -desde el campo de prisioneros de guerra (stalag XI-B), ubicado en las proximidades de la población de Fallingbostel, al Norte de Alemania- el 25 de enero de 1941, en el que fue el mayor transporte con republicanos españoles a Mauthausen, con un total de 1506 deportados. 

Los miembros de este convoy ingresaron en Mauthausen el 27 de enero y Rafael fue transferido a Gusen dos meses más tarde, el 29 de marzo. En este campo, distante unos cinco kilómetros del campo central, Rafael pudo resistir las extremas condiciones de vida, climáticas y de trabajo hasta el 13 de diciembre, fecha en que se registró su muerte en los libros del campo. Como pariente más próxima, en el momento de ser registrado como prisionero, dejó la dirección de su hermana Pilar que residía en la población barcelonesa de Sant Cugat del Vallès. Desconocemos por el momento si se trataba del domicilio familiar.

jueves, 24 de mayo de 2012

MAUTHAUSEN. Viajar para conmemorar (VII)

En el año 2007 un grupo formado por cuatro estudiantes de Bachillerato del Instituto Bajo Aragón de Alcañiz, acompañados por el profesor José Mª Maldonado, viajaron a Mauthausen a los actos de homenaje que se celebran durante el mes de mayo conmemorando su liberación, en mayo de 1945. Aquel grupo llevó a cabo una importante labor de difusión entre la comunidad educativa y en el ámbito territorial del Instituto, que ha dado como resultado la continuidad comprometida con el proyecto de la Amical y su participación en los viajes de 2011 y 2011, pero con una presencia más numerosa, puesto que los grupos participantes, estos dos últimnos años, han estado formado por 18 alumnos y dos profesores.
Vista actual de Mauthausen
En el siguiente video de "La Comarca TV", la profesora Ana Esther Gil explica cual ha sido la participación del grupo de estudiantes de Alcañiz durante los actos de este año y el interés de los propios alumnos del centro que  solicitaron dar continuidad a aquella experiencia inicial que se llevó a cabo en el 2007.




martes, 22 de mayo de 2012

EDMON GIMENO. Vivencias de un deportado


En Mauthausen, ante el monumento a los republicanos.
Como señalaba en la última entrada, Edmon Gimeno, fue el único deportado republicano que asistió a los actos de homenaje, celebrados en el campo de Mauthausen el pasado domingo 13 de mayo, ante el monumento a los españoles. Así lo viene haciendo durante los últimos años y el esfuerzo que realiza lo hace para rendir  homenaje a todos sus compañeros de deportación que corrieron peor suerte que él y fallecieron en alguno de los campos nazis, a los que fueron deportados algo más de 9.000 españoles.

Edmon fue deportado a Buchenwald. Posteriormente fue trasladado a Dora y a Bergen-Belsen, de donde fue liberado por las tropas británicas. En éste último campo conoció el horror desatado, durante las semanas previas a su liberación, como consecuencia de una epidemia de tifus que diezmó a los internos, esparciendo la muerte por doquier y produciendo una situación dantesca cuyas imágenes fueron captadas por los reporteros y fotógrafos que acompañaban a las tropas liberadoras.

Afortunadamente, este episodio de la vida de Edmon, así como  las crueles y dramáticas experiencias  vividas en Dora y otros acontecimientos que le marcaron para siempre, los dejó plasmados, de forma admirable, en sus memorias de deportación que fueron publicadas por la Amical de Mauthausen en 2007 bajo el título “Buchenwald, Dora, Bergen-Belsen. Vivències d’un deportat”. La obra testimonial de Edmon es muy recomendable para quienes quieran conocer, de primera mano, la vida cotidiana de los deportados en aquellos antros, diseñados por los nazis para explotarlos como esclavos hasta sus últimas consecuencias.


Y, en este sentido, me ha parecido oportuno recordar la presentación de su libro, el 11 de agosto de 2007, en las Terceras Jornadas dedicadas a la deportación de los republicanos aragoneses celebradas en Ejulve, en colaboración con su Ayuntamiento. Recupero las notas que tomé al acabar la sesión, como resumen de aquel acto que fue presentado por el alcalde de la localidad, José Manuel Salvador.

Edmon inició su intervención  mostrando el asombro y la incomprensión de cómo en la Alemania culta y desarrollada de los años 30 del siglo XX pudo desarrollarse una ideología excluyente como la representada por Hitler. Para él es inexplicable que en un contexto donde se había logrado un nivel de desarrollo material e intelectual tan importante se pudiese desarrollar, al mismo tiempo, una ideología de componentes tan abominables como la supremacía de la raza aria y el desprecio a lo que llamaban “razas inferiores”. Según las palabras de Edmon, los tres enemigos de la Alemania nazi, según se desprende de la ideología de Hitler, eran los judíos, las razas eslavas y el pueblo soviético.

El Holocausto, con el asesinato de más de seis millones de judíos, y la eliminación de varios millones más de otros colectivos, supuso retroceso de la humanidad que la retrotraía a épocas prehistóricas donde los primeros homínidos luchaban sin conciencia por un espacio vital. Edmon hizo una breve referencia a Auschwitz, a la selección a que eran sometidos las poblaciones deportadas, cómo el ser conducido a la derecha o a la izquierda, en el momento de la selección, podía significar morir directamente en una cámara de gas. Hombres, mujeres y niños asesinados masivamente sin que podamos entender cuál era el significado de su muerte.

Edmon pasó a narrar, a continuación, su experiencia en la deportación desde la Francia ocupada, donde se hallaba detenido por haber intentado escaparse de donde se hallaba trabajando. El convoy donde fue trasladado a Buchenwald estaba formado por varios vagones ocupados, cada uno de ellos, por más cien personas que no tenían espacio ni para sentarse “derechos y tocándonos con los codos estuvimos dos o tres días, y llegamos a Buchenwald desnudos, los alemanes nos hicieron desnudar porque creyeron que alguien de nuestro vagón había querido escapar”. En el campo estuvo poco tiempo, después fue trasladado a Dora, donde los internos trabajaban en la construcción de las famosa V1 y V2 alemanas en unas condiciones infrahumanas, en los túneles excavados en la roca, “sin salir durante semanas al exterior y respirando un aire fétido y corrompido”. Edmon, a quien el público asistente seguía en un respetuoso silencio, explicó las dificultades de la vida diaria, la falta de esperanza en el futuro, el trato vejatorio, recibiendo continuos insultos y palizas por parte de los Kapos (prisioneros comunes que se encargaban de la vigilancia de los prisionero) como la que presenció cuando mataron a golpes a un deportado francés mientras que su hijo era obligado a asistir impotente a  la escena.... Hubo muchos internos que no pudieron soportarlo y se lanzaron a las alambradas electrificadas que rodeaban el campo. La pérdida de la fuerza física, tanto por las condiciones y las temperaturas de más de 20 º bajo cero  como por la insuficiencia de la alimentación recibida, era sufrida por los prisioneros y sus consecuencias fueron fatídicas para alguno de ellos..

En su explicación, hizo especial incidencia a la crueldad con que eran tratados quienes habían sido capturados tras un intento de fuga “eran paseados por todo el campo subidos en una especie de carro tirado por los propios deportados con un letrero diciendo que estaba muy contento de haber vuelto a casa. Estábamos obligados a observar en formación todo el acto que concluía con su ahorcamiento. En Dora había días que ahorcaban a varios deportados, hasta 15 o 20 de una sola vez y los demás estábamos obligados a asistir a aquellas muertes tan horribles”.

Presentación del libro. Ejulve 11-08-2007
Después de Dora, Edmon y un grupo de compañeros, fueron evacuados a Bergen Belsen donde vivió escenas espeluznantes con muertes masivas de internos hasta la liberación por las fuerzas aliadas en abril de 1945. Después siguió un exilio en Francia con su familia hasta que pudo regresar a España.

A continuación se abrió un turno de palabras para que los asistentes pudiesen preguntar a Edmon aspectos de su interés que resumimos en los siguientes apartados:

- Un dia cualquiera en Dora: los internos se levantaban muy temprano y de inmediato de veían obligados a ir a la Apellpaltz (plaza de revista) donde eran contados en perfectas formaciones y si faltaba alguien, por cualquier motivo, tenían que permanecer formados, a veces a temperatura gélidas de varios grados bajo cero, hasta que cuadraban los números. Les daban como alimento “un “café” infecto, que más bien parecía agua sucia y a medio día una sopa líquida, nauseabunda, donde a veces podías encontrar un trozo de nabo que tenías que tomar derecho, en un momento para volver a trabajar, en jornadas que duraban días o doce horas y por la noche un trozo de pan con una señal de salchichón”.

- Sentimiento de odio y venganza: Edmon dice que no, que no ha tenido estas sensaciones. Actos de venganza, en el momento de la libración sí que vio alguno, pero que más que odio le embarga la incomprensión de lo ocurrido, de cómo en aquel momento y en aquella época se llegó a  tal grado de barbarie.

- Conocimiento de la marcha de la guerra: Tenían una ligera idea de lo que sucedía, enterándose por conductos muy diversos ya fuese por los nuevos internos, por escuchar de forma clandestina algún aparato de radio, él mismo cuenta cómo pudo escuchar, escondido, los partes de una radio de los SS y con un pequeño mapa que pudo conservar situaba los avances de las tropas soviéticas. El desembarco de Normandía, por ejemplo, corrió por el campo el mismo día en que se produjo.

- Razones para sobrevivir y no abandonarse: Fueron muchos los internos que no pudieron resistir y se suicidaban arrojándose sobre las alambradas, “me mantenía vivo, la juventud, yo tenía 20 años cuando fui deportado, la fortaleza y la esperanza de salir para contar lo que habíamos visto. También el compañerismo y la ayuda de algún amigo en quien confiabas y con quien podías hablar.
***
Agradeciendo a Edmon su testimonio y como evidencia del drama que padecieron los supervivientes republicanos que, tras la alegría en los días de la liberación se vieron obligados a seguir viviendo en el exilio, leí  los últimos párrafos de sus memorias que aparecen bajo el epígrafe de “El desencanto”:

“Bergen-Belsen, unos días después de la liberación. Un grupo de deportados ibéricos permanecemos sentados en un rincón del campo en una pequeña eminencia del terreno, cerca de la carretera secundaria. Hablamos, evocamos, soñamos. El retorno a nuestra tierra que nos vio nacer se anuncia muy próximo. Los familiares y los amigos que pronto volveremos a ver, el sol y el cielo, nuestros paisajes tan variados y originales, las montañas y llanuras, los ríos, la diversidad del folclore, las costumbres tradicionales. Un antiguo de Mauthausen nos habla entusiasmado de la gran huerta del País Valenciano, ese inmenso y fértil oasis. Naranjos, fruta rica y variada. Espera comer todavía, en esa primavera de 1945, los suculentos melones de la región, dulces como la miel. Nos dice: “Cuando vas a la huerta a primeras horas de la mañana, sientes, en ciertos lugares, un olor penetrante y el crujir de los melones, los que están a punto. ¡Qué placer, amigos, qué placer!”.
Nuestros sueños, anhelos y evocaciones no sirvieron de gran cosa. El exilio continuó para muchos durante años y más años. La guerra fría, entre los dos colosos militares de la época, acabó con todas nuestras esperanzas.”

jueves, 17 de mayo de 2012

MAUTHAUSEN: viajar para conmemorar (VI)


Homenaje en el castillo de Hartheim
Durante los pasados días 11, 12 y 13 una expedición, formada por algo más de 100 personas, ha viajado a Austria, desde distintos puntos del Estado, para participar en los actos de homenaje que se han desarrollado en diferentes lugares de memoria con motivo de del homenaje internacional, celebrado el domingo día 13, en el campo de Mauthausen, con el objetivo de recordar a las más de 120.000 víctimas  que hallaron la muerte tras su deportación a este campo, entre 1938 y 1945.

El grupo, organizado por la Amical de Mauthausen, partió desde Barcelona y desde Madrid para encontrarse en el aeropuerto de Múnich y seguir viaje, todos juntos, hacia el castillo de Hartheim, primer memorial visitado y, por lo tanto, lugar en donde se iniciaron los diferentes actos de homenaje: Memorial de Gusen, estación de Mauthausen, escalera de la cantera de Mauthausen, monumento a los republicanos españoles erigido en 1962  y homenaje internacional en la plaza de revista del campo de prisioneros.

En éste, como en los viajes anteriores, ha sido fundamental la participación de los estudiantes de los centros educativos que nos han acompañado. Su implicación en el proyecto se viene preparando, en los respectivos centros, durante los meses previos al viaje; un trabajo que culmina con el homenaje que cada uno de ellos realiza en alguno de los memoriales, monumentos o espacios visitados. Pero el proyecto tiene una segunda parte que se materializa en la posterior difusión de la experiencia en su entorno más inmediato: la propia comunidad educativa y la localidad o barrio donde está ubicado el colegio o instituto.

Grupo de Stª Coloma, con Edmon, en el monumento judío.
Así pues, grupos de estudiantes de Bachillerato procedentes de Alcañiz (Teruel), La Hontanilla de Tarancón (Cuenca), Lleida, Monzón (Huesca), Segorbe (Castellón)  y Sant Celoni (Barcelona) junto a un grupo de estudiantes de 4º de Secundaria Obligatoria, que acompañaban a SOS Racismo de Guipúzcoa, han sido los protagonistas a la hora de rendir merecido homenaje a las víctimas  -nacionales e internacionales- del nazismo: poesía, música, dramatizaciones y textos diversos se han visto y oído con profunda emoción y atención por parte de todos los miembros del grupo.

Un grupo muy heterogéneo  en cuanto a edades, procedencia y sensibilidades se refiere, puesto que el grupo de estudiantes y profesores se complementaba con unas treinta personas, entre las que se hallaban varios familiares directos de víctimas del nazismo y un grupo de mujeres de la población barcelonesa de Santa Coloma de Gramenet, representantes de diferentes colectivos, formando parte de un proyecto solidario de dicho ayuntamiento mediante el que se lleva a cabo la implementación de políticas activas en la defensa y difusión de los Derechos Humanos.

La experiencia de este año ha sido positiva, intensa, y emotiva. La convivencia entre todos sus miembros –a pesar de las diferentes edades existentes entre los componentes del grupo- ha sido, sencillamente, ejemplar. El respeto y admiración por seguir las explicaciones de quienes tuvimos el honor de hacer de guías en el campo de Mauthausen, y en los diferentes trayectos, se  acrecentaba al escuchar el testimonio de Edmon Gimeno, el único superviviente de los campos nazis que pudo acompañarnos en el viaje.

Edmon en el monumento a los republicanos
Edmon no estuvo deportado en Mauthausen; su itinerario transcurrió por los campos de Buchenwald, Dora y Bergen-Belsen tras haber sido detenido por los alemanes. Su exilio había comenzado al abandonar España, junto a sus padres y sus hermanos, en febrero de 1939. Junto a su padre estuvo interno en el campo de Saint Cyprien y gracias a la solidaridad de familias francesas pudieron salir del campo. Su estancia en Dora fue un continuo sufrimiento al tener que trabajar en unas condiciones inhumanas en los túneles que se estaban construyendo. En su testimonio recordaba a las víctimas de toda condición y procedencia que fueron inmolados por el nazismo, las penurias, el hambre y las torturas a los que fueron sometidos, pero también cómo y cuándo renació la esperanza entre sus compañeros de infortunio: “cuando veía pasar las formaciones de la aviación inglesa y americana, con cientos de aviones dispuestos a bombardear las infraestructuras alemanes, pensaba que quizás perdiésemos la vida pero Alemania estaba claro que iba a perder la guerra”

Para acabar esta breve crónica decir que fueron varias autoridades las que compartieron la experiencia con el resto del grupo: Petra Jiménez y Lidia Guinart, concejalas de Santa Coloma de Gramenet, que acompañaron al grupo de mujeres de la localidad ya mencionado, Jordi Martí, concejal de Barcelona y Jordi Palou, Director del Memorial Democrátic de la Generalitat de Cataluña. Señalar también la participación del embajador español de España en Austria,  D. Yago Pico de Coaña y de Valicourt y otras autoridades diplomáticas del gobierno francés. Varias delegaciones internacionales se acercaron hasta el monumento a los españoles para rendir tributo, entre las que cabe destacar la francesa y la italiana.
Aspecto de la plaza del campo durante el desfile internacional


domingo, 6 de mayo de 2012

5 DE MAYO: Aniversario de la liberación de Mauthausen



Liberación de Mauthausen: Recibimiento de las tropas americanas
Ayer, día 5 de mayo, se cumplió el 67 aniversario de la liberación del campo de Mauthausen.  Fue uno de los últimos en ser liberado desde que, el 27 de enero de 1945, las tropas del Ejército soviético tomaron el campo de Auschwitz (Polonia). La liberación de  Mauthausen y Gusen –situado a unos escasos cinco kilómetros-  supuso el fin de la pesadilla de los poco más de 2.000 españoles que habían logrado sobrevivir a sus años de cautiverio. Algunos de ellos habían llegado el 6 de agosto de 1940, en el primer convoy formado exclusivamente por republicanos españoles, y la mayoría habían sido deportados, desde los campos  de prisioneros de guerra (stalags), a lo largo de 1940 y 1941. También hubo españoles que ingresaron en Mauthausen en un incesante goteo posterior, procedentes de los mismos stalags o desde las prisiones francesas donde habían sido encerrados, tras su detención, por haber participado en la resistencia.  El número de unos 7.000 españoles deportados a Mauthausen, se complementa con los más de 2.000 que fueron deportados, en primera instancia, a Mauthausen o a otros campos nazis: Dachau, Buchenwald,…

La liberación del campo supuso la recuperación de la dignidad como personas de los republicanos españoles –y de los compañeros de infortunio de las demás nacionalidades- que les había sido substraída por los SS a su llegada, en un intento de reducirlos a la condición de esclavos, como si de una especie de subhombres se tratase.

La recuperación de la dignidad y de la personalidad fue pareja a la recuperación de la identidad política. Muchos de los supervivientes pertenecían a alguna de las formaciones políticas y sindicales del amplio abanico ideológico de quienes lucharon, en tierra española, defendiendo la Segunda República. Anarquistas, comunistas, socialistas y republicanos pudieron hacer oír su voz de nuevo en un momento que se les presentaba preñado de esperanzas.

Pero la cruel realidad se impuso durante las siguientes semanas y mientras la mayoría de los deportados, de las diferentes nacionalidades, regresaban como héroes a su país,  los españoles se vieron abandonados recordándoles, de nuevo,  su condición de apátridas tal y como habían sido catalogados a su entrada a Mauthausen al verse obligados a lucir el triángulo azul, a pesar de llevar inscrita la “S” que, en definitiva y de forma contradictoria, los reconocía como Spaniers.

Logo 50 aniversario de la Amical
El futuro de los supervivientes a partir de aquel 5 de mayo fue diverso: hubo quienes no pudieron superar las secuelas de su deportación y murieron en los meses, o años, inmediatos a la liberación. La mayor parte de ellos quedó en Francia donde, poco a poco, recuperaron derechos y se fueron integrando en la sociedad francesa; algunos se quedaron a vivir en Austria;  otros emigraron a América y los que se decidieron a regresar a España, en los años posteriores,  tuvieron que integrarse, en silencio, en la sordidez de aquella España sumida en plena dictadura franquista. Y fueron estos últimos los que en 1962 fundaron la Amical de Mauthausen con el objetivo de conectar a los supervivientes, dispersos por el territorio español,  y a las viudas de las víctimas para reclamar sus derechos ante el gobierno alemán. En el otoño se cumplirán, pues,  50 años de la creación de la Amical  que no sería legalizada hasta 1978, tras la muerte de Franco.

La Amical de Mauthausen ha organizado una expedición de más de cien personas -cuyo grupo más numeroso está formado por estudiantes de bachillerato procedentes de Aragón, Cataluña, Madrid y País Valenciano- que en los próximos días partirá hacia Austria con la finalidad de celebrar tres aniversarios emblemáticos: el de la liberación del campo y los cincuentenarios de la Amical y el del  monumento de los españoles que fue erigido, también, en 1962.
Mayo de 2008: Grupo de aragoneses con José Alcubierre, ante el monumento a los republicanos.
 ***
Este aniversario coincidió con la presentación de mi libro “Itinerarios e identidades…” en la localidad de Albalate del Arzobispo (Teruel) y quiero aprovechar la ocasión para agradecer la organización de la presentación a su alcalde, Antonio  del Río,  pero sobre todo, la generosidad de los familiares de deportados que se acercaron al ayuntamiento para asistir a un acto que tuvo algo de cultural y mucho de reivindicativo de la dignidad de las víctimas de la barbarie nazi y de la necesidad de mantener el legado de su sacrificio.

martes, 1 de mayo de 2012

ITINERARIOS E IDENTIDADES. Presentación en Albalate del Arzobispo


           El sábado 5 de mayo, coincidiendo con el 67 aniversario de la liberación del campo de Mauthausen,  está prevista la presentación de mi libro “Itinerarios e identidades. Republicanos aragoneses deportados a los campos nazis” en la localidad de Albalate del Arzobispo. La presentación será a las 19:00 h en la Casa de Cultura y ha sido organizada por el Ayuntamiento de esta localidad del Bajo Martín.
             Quiero destacar la singularidad de Albalate, puesto que hubo un total de 15 deportados, siendo uno de los municipios aragoneses con mayor presencia en los listados que concretan la identidad de quienes se vieron arrastrados a la siniestra experiencia de la deportación.
 Varios de ellos figuran en el libro ya sea en una de las notas biográficas, por haber recogido algún fragmento de su testimonio o por ser citado a lo largo del texto: Agustín Barceló Escartín,  Fermín Casorrán Clavería,  Agustín Clavería Pina, Segundo Espallargas Castro  y Justo Trullén Alcubierre .