domingo, 22 de abril de 2012

CRÓNICAS REPUBLICANAS (III): Teruel

En esta ocasión transcribimos dos crónicas extraídas  del periódico “La Voz de Teruel”, una publicación de tendencia monárquica, que se venía editando en la capital turolense desde 1924. La primera de ellas –proporcionada por los amigos del Ateneo Republicano de Teruel- fue publicada el 16 de abril de 1931 y narra cómo el entusiasmo de los republicanos turolenses se trasladó a las calles y a las instituciones de gobierno -Ayuntamiento, Gobierno civil y Diputación- que pasaron a ser dirigidas por los nuevos representantes de la coalición republicano-socialista. En la segunda, del día 20, el periódico recogía, en primera página, la constitución del Ayuntamiento y la elección del nuevo alcalde republicano. La transición de poderes y el cambio de régimen se realizaron de forma pacífica y ejemplar, como se reconocía en el propio periódico.   

(16-04-1931)
La proclamación de la República en Teruel

(Fotos tomadas de internet)
Serían las cuatro poco más, el ambiente que flotaba, tuvo explosión de adhesión a la República, que iba, cual en el resto de España a proclamarse. El comercio cerró sus puertas y al toque de la “Campana del Ángel”, el pueblo acudía a la Plaza de la Libertad, donde se halla instalado el Centro Republicano para unirse a la manifestación que se trataba de formar para llevar a la Casa de la Ciudad la enseña proclamada.
Con la banda municipal a la cabeza, que dejaba oír la Marsellesa y los directivos de los partidos republicano y socialista que llevaban sus respectivas banderas, la manifestación se puso en marcha entre aclamaciones de entusiasmo a la República y a los capitanes Galán y García Hernández, cuyas fotografías iban unidas a las banderas.

Por Joaquín Costa, Castel, Carrasco, San Juan y Amantes, se fue al Ayuntamiento colocando en el balcón principal la bandera nacional, morada, amarilla y roja entre grandes aplausos y vivas.
El señor Borrajo, dirigió la palabra a la multitud; su discurso, muy elogiado por todos, fue de recomendación de orden y de respeto porque orden y respeto es la República. Se dirigió y ello produjo emoción, al adversario, para que descansara y durmiera en paz y tranquilidad ante la garantía que le daba el nuevo régimen democrático, proclamado en Teruel y cuya dirección asumía como alcalde de la ciudad.
Don José Borrajo estaba emocionado, pero su emoción no le impidió pronunciar palabras que, como hemos dicho, fueron generalmente elogiadas.
Y quedó proclamada la República, dentro del mayor orden.
Más tarde, en el Ayuntamiento, se reunió el Gobierno provincial republicano bajo la presidencia del señor Borrajo e integrado por los señores Vilatela, Iranzo, Díez, Sapiña, Uriel, Bayona, Maícas (Felipe), Pardo Gayoso, Balaguer, Muñoz (Eugenio), López (Fernando), Arredondo, Civera, Fabre (Facundo y Pedro), Cano Jarque (León), Torregosa, Noguera, Travera, Gimeno, Bernad, Feced, Nevot, Crespo y Bayo (Narciso), tomado el acuerdo de asumir la responsabilidad del movimiento y designar a jefe señor Borrajo, para la Alcaldía, al señor Iranzo para el Gobierno civil, y al señor Díez para la presidencia de la Diputación. Los dos primeros se posesionaron de los cargos y el señor Díez lo verificó ayer por la mañana.
Después de posesionado de la presidencia don Pedro Díez, con los demás miembros designados, serían las dos de esta tarde, se han trasladado a la Casa de Beneficiencia, siendo recibido por el administrador, sacerdote, y todas las hermanes, así como los niños acogidos de ambos sexos, que han sido obsequiados con dulces y bombones.
Luego el señor Díez, ha reunido a las Hermans, pronunciando breves palabras de saludo deshaciendo el fantasma creado sobre la República que ha de ampararlas con cariño y amor.
Ha pedido a las religiosas que tengan confianza en la nueva forma de Gobierno, que viene a amparar y defender la justicia.

Otros detalles

De la secretaría particular del Alcalde, Jefe provincial del partido don José Borrajo, se ha hecho cargo el conocido periodista y Jefe de Negociado de Hacienda León Cano distinguido amigo nuestro.
Le felicitamos


(20-04-1931)
Constitución del nuevo Ayuntamiento

El viernes, a las siete quince, abre la sesión el señor Borrajo. En los escaños todos los concejales. El salón lleno de público. En el lugar de la prensa solo el representante de La Voz.
La presidencia, dice que, por el Comité revolucionario, fue designado para el cargo que en esos momentos ocupa.
Saluda a los compañeros y celebra ver en sus escaños a los once concejales que tienen la representación monárquica, que personalmente –dice- sois tan dignos y tan respetables como nosotros mismos.
          Aquí venimos con el ramo de laurel: Si en el calor de la lucha pudo haber ofensa, pensando en la ciudad, perdonad, y unidos en un solo deseo, sea todo por y para Teruel.
Por ser concejal de más número de votos, ocupa la presidencia don César Arredondo; se da lectura a los artículos 53 y 50 de la ley municipal que se refieren al nombramiento de alcalde y tenientes de alcalde y en su consecuencia, se suspende la sesión por quince minutos para que los concejales se pongan de acuerdo. Reanudada, se procede a votar, y por unanimidad, salvo para la Alcaldía que hay una papeleta en blanco, resultó el Ayuntamiento constituido en la siguiente forma:

Alcalde: Don José Borrajo .
Primer teniente: Don Rafael Balaguer.
Segundo Id.: Don Juan Sapiña.
Tercero id.: Don César Arredondo.
Cuarto id.: Don Pedro Fabre.
Primer Síndico don Pedro Díez y segundo don Manuel Bernad.
El señor Borrajo da las gracias al Ayuntamiento por la confianza en él depositada y se congratula se ser el alcalde del primer Ayuntamiento republicano de Teruel. Da un viva a la República.
Se propone que las sesiones tengan lugar los miércoles a las seis de la tarde.
El señor Sánchez Batea hace constar que es algo pronto, pues tanto él como su compañero Noguera son obreros del campo y en el tiempo que entra, esa hora es para ellos inoportuna.
Se acuerda sea a las ocho y se levanta la sesión.

José Borrajo Esquíu.
El nuevo Alcalde. Don José Borrajo Esquíu.
 Desde anteayer ocupa, por elección popular, la primera magistratura de la ciudad, este distinguido turolense, que en la esfera profesional, en el aspecto político y en su trato particular, afable y caballeroso, ha merecido siempre la consideración y simpatía de todos.
El señor Borrajo, elegido concejal en la elección del día 12, ha sido elevado, por el voto unánime de los concejales, incluso de los monárquicos, a ocupar la Alcaldía de Teruel.
Llega por tanto, con todos los prestigios a cargo tan preeminente.
Proclamada la República española, es el primer ciudadano turolense, que con tal carácter, y por designación verdaderamente popular, ocupa la presidencia de nuestro Municipio. Concejal por los votos de los republicanos y alcalde por los de una gran mayoría republicano-socialista, una vez posesionado y aún siéndole, desde luego muy honrosa, su condición política, ya no es el alcalde de una agrupación, de una tendencia, de un partido,…; es el alcalde de Teruel.
            Como tal queremos verle actuar, y como tal, leal y honradamente, hemos de juzgarle. Habremos de guardar a su autoridad los mayores respetos, como hemos de tener para su persona aquellas atenciones incubadas en tiempos de una juventud que ya pasó, pero que es grato siempre recordar.
Su designación ha causado el mejor efecto en la ciudad; por su consecuente historia republicana, era el hombre indicado en estos instantes en que alborea un nuevo régimen para la patria.
Sólo aciertos le deseamos en su gestión, y tenga la seguridad de que para cuando el interés de Teruel demande, tendrá La Voz a su entera disposición.

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