Segundo Espallargas. Urrea de Gaén, 2006 |
Nuestra amiga Montserrat
Llor, ha publicado varios artículos, en diferentes medios de comunicación,
donde ha dado a conocer la trayectoria y retazos de la memoria de algunos
supervivientes republicanos. Hombres y mujeres todos ellos de avanzada edad,
alguno ya ha fallecido desde el momento en que los entrevistó, que regresan por
un momento al recuerdo de su experiencia en los campos alemanes y a su
supervivencia que, en muchas ocasiones, se debió a la suerte, a la casualidad y
a la solidaridad de sus compañeros.
Segundo Espallargas,
(Albalate del Arzobispo, 1920) Manuel Alonso Ortells (Barcelona, 1918) y
Francisco Bernal (Garrapinillos, 1920) son los tres republicanos que aparecen
en el artículo que publicó Montserrat, hace unas semanas en el suplemento
dominical de “EL País”. Los tres residen actualmente en Francia. Ya fuese por
razones políticas, por la situación de España en aquellos negros años de la
dictadura o por el mero hecho de aprovechas las posibilidades de rehacer una
nueva vida, los tres continuaron en el exilio y su regreso ha sido ocasional y,
normalmente, por razones de carácter familiar.
Dibujo de Manuel Alfonso Ortells |
A Segundo Espallargas,
”Paulino”, lo conocí en el homenaje que se realizó a los deportados del Bajo
Martín en la primavera de 2006. Recuerdo su fuerza y su energía al agradecer a
los alcaldes de la comarca la celebración de aquel acto tan emotivo, donde
estuvieron presentes un número muy importante de hijos y nietos de las víctimas.
Mantiene relación con sus familiares de Alcañiz, donde se trasladó a vivir su
familia cuanto tenía dos años y con sus amigos de Albalate del Arzobispo. No
pudo asistir, por razones de salud, al homenaje que el Gobierno de Aragón hizo
a los deportados republicanos aragoneses en mayo de 2010.
Manuel Alfonso mantiene
correspondencia con la Amical de Mauthausen y en sus archivos guardamos felicitaciones
y primorosos dibujos donde la viveza de los colores utilizados es una muestra
de su vitalidad personal. En sus cartas, redactadas con una admirable
caligrafía, nos transmite ánimos para
seguir trabajando por la memoria de la deportación y son mensajes cargados de
una enorme humanidad.
Francisco Bernal. Zaragoza, 2010 |
Con Francisco Bernal pasé
una agradable mañana de inicio de año en su casa del sur de París. Su
testimonio inagotable, sobre su experiencia durante la deportación, está plagado
de anécdotas que suavizan el dramatismo de la experiencia vivida en los campos:
el recuerdo de las condiciones de trabajo de sus de sus compañeros, en los
túneles de Ebensee, le hace reconocer su situación de privilegio como zapatero
que podía trabajar a cubierto y guarecerse, así, de las inclemencias del invierno austríaco,
del agotador trabajo en los túneles y de las rigurosas condiciones de vida
establecidas en el campo. Coincidimos también en el homenaje en Zaragoza de mayo de 2010.
Se puede acceder al
artículo de Montserrat Llor en el siguiente enlace:
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