sábado, 9 de junio de 2012

Recuerdo de tres supervivientes de Mauthausen


Segundo Espallargas. Urrea de Gaén, 2006
Nuestra amiga Montserrat Llor, ha publicado varios artículos, en diferentes medios de comunicación, donde ha dado a conocer la trayectoria y retazos de la memoria de algunos supervivientes republicanos. Hombres y mujeres todos ellos de avanzada edad, alguno ya ha fallecido desde el momento en que los entrevistó, que regresan por un momento al recuerdo de su experiencia en los campos alemanes y a su supervivencia que, en muchas ocasiones, se debió a la suerte, a la casualidad y a la solidaridad de sus compañeros.

Segundo Espallargas, (Albalate del Arzobispo, 1920) Manuel Alonso Ortells (Barcelona, 1918) y Francisco Bernal (Garrapinillos, 1920) son los tres republicanos que aparecen en el artículo que publicó Montserrat, hace unas semanas en el suplemento dominical de “EL País”. Los tres residen actualmente en Francia. Ya fuese por razones políticas, por la situación de España en aquellos negros años de la dictadura o por el mero hecho de aprovechas las posibilidades de rehacer una nueva vida, los tres continuaron en el exilio y su regreso ha sido ocasional y, normalmente, por razones de carácter familiar.

Dibujo de Manuel Alfonso Ortells
A Segundo Espallargas, ”Paulino”, lo conocí en el homenaje que se realizó a los deportados del Bajo Martín en la primavera de 2006. Recuerdo su fuerza y su energía al agradecer a los alcaldes de la comarca la celebración de aquel acto tan emotivo, donde estuvieron presentes un número muy importante de hijos y nietos de las víctimas. Mantiene relación con sus familiares de Alcañiz, donde se trasladó a vivir su familia cuanto tenía dos años y con sus amigos de Albalate del Arzobispo. No pudo asistir, por razones de salud, al homenaje que el Gobierno de Aragón hizo a los deportados republicanos aragoneses en mayo de 2010.

Manuel Alfonso mantiene correspondencia con la Amical de Mauthausen y en sus archivos guardamos felicitaciones y primorosos dibujos donde la viveza de los colores utilizados es una muestra de su vitalidad personal. En sus cartas, redactadas con una admirable caligrafía, nos  transmite ánimos para seguir trabajando por la memoria de la deportación y son mensajes cargados de una enorme humanidad.

Francisco Bernal. Zaragoza, 2010
Con Francisco Bernal pasé una agradable mañana de inicio de año en su casa del sur de París. Su testimonio inagotable, sobre su experiencia durante la deportación, está plagado de anécdotas que suavizan el dramatismo de la experiencia vivida en los campos: el recuerdo de las condiciones de trabajo de sus de sus compañeros, en los túneles de Ebensee, le hace reconocer su situación de privilegio como zapatero que podía trabajar a cubierto y guarecerse, así,  de las inclemencias del invierno austríaco, del agotador trabajo en los túneles y de las rigurosas condiciones de vida establecidas en el campo. Coincidimos también en el homenaje en  Zaragoza de mayo de  2010.


Se puede acceder al artículo de Montserrat Llor en el siguiente enlace:



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