viernes, 16 de mayo de 2014

ESPAÑA NIEGA LA JUSTICIA A LAS VÍCTIMAS ESPAÑOLAS DEL NAZISMO


Se va evidenciando el desamparo al que, de nuevo, estamos dejando a las víctimas españolas del nazismo. El gobierno del PP anuló, hace unas semanas, la aplicación en España de los principios de la Justicia  Universal y ésta es una de sus vergonzantes consecuencias. Según el informe elaborado por el Equipo Nizkor que, aunque sea un poco extenso, es muy esclarecedor de todo el proceso.


Supervivientes de Mauthausen reciben a las tropas americanas
El franquismo abandonó a miles de compatriotas en manos de los nazis, al inicio de la Segunda Guerra Mundial y, como consecuencia, 9.000 republicanos fueron deportados a la Alemania nazi, a los campos de la muerte, entre 1940 y 194. Al finalizar el conflicto en 1945, los supervivientes se encontraron solos en los campos, sin destino, sin saber dónde dirigirse, sin respuestas, y fue gracias a la acogida de Francia cuando pudieron encontrar dónde rehacer sus vidas pero condenados, nuevamente, al drama del exilio común republicano o al silencio del exilio interior de quienes decidieron regresar. 

Hace tan sólo unos días estábamos conmemorando el 69 aniversario de la liberación de los campos en Mauthausen. Una expedición de unas cien personas se concentró ante el monumento a los republicanos, bajo el estandarte de la Amical de Mauthausen. El grupo estuvo acompañado por una escasa representación institucional, lo que contrasta con el resto de las delegaciones internacionales, muchas de las cuales acuden a homenajear a los españoles en un monumento. Un monumento que, hay que recordar, se erigió, en 1962, en un espacio cedido por Francia, y costeado por suscripción popular. Ningún estado es su propietario legítimo y menos el Estado español. Otra característica de la deportación de nuestros compatriotas.
Abandono, siempre abandonados y hoy nuevamente ninguneados. De nuevo la España madrastra les niega la posibilidad de que la Justicia pueda reparar, mínimamente, algo del sufrimiento inhumano al que fueron arrastrados. Y son muy pocos los supervivientes vivos en la actualidad, para ellos ya está siendo tarde, muy tarde. Pero por su memoria merece la pena seguir intentándolo.

Cada día que pasa siento más pena y más vergüenza por los valores que estamos potenciando e implantando en nuestro país. Ya no se trata de historia, ni de completar un área curricular en los textos escolares, que también, o de curiosidad por el pasado más reciente, se trata de la Justicia, de la valentía para defenderla y decencia para no manosearla. Todo eso parece estar muy lejos de los objetivos de quienes nos gobiernan, que parecen disfrutar regodeándose en la inmundicia de la ignominia. 

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