A partir del inicio de la Segunda Guerra Mundial, el
campo se internacionalizó con la llegada de prisioneros de guerra de diferentes
nacionalidades: checos, polacos, franceses.... Tras la invasión de la URSS muchos
prisioneros, procedentes de la Unión Soviética, fueron deportados a Buchenwald.
A partir de 1943, los alemanes vaciaron las prisiones francesas y los internos
resistentes fueron deportados a Alemania para ser destinados a realizar
trabajos forzados en las instalaciones industriales de los campos. A Buchenwald
llegaron varios grandes transportes que partían, principalmente, de Compiègne y, entre estos deportados –la mayor parte de
ellos de nacionalidad francesa- se encontraban algo más de 500 republicanos
españoles.
Republicanos deportados a Buchenwald
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Primer destino
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De otros campos
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Total
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Liberados (11-4-45)
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Republicanos
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532
|
103
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635
|
338
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Aragoneses
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45
|
12
|
57
|
24
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Prisioneros en el barracón (1945) |
Pero el trabajo esclavo no sólo
tenía lugar en el interior del campo. Como
en la mayoría de los casos, del campo de Buchenwald dependían un número
importante de kommandos externos: algo más de 130, repartidos por una
amplia zona de Alemania, donde los
deportados realizaban su trabajo esclavo, la mayor parte de las ocasiones, en
unas condiciones infernales. Entre estos kommandos
externos cabe destacar el de
Dora donde la mortalidad de los
prisioneros fue muy elevada por las extremas condiciones que sufrieron, miles
de deportados, en la construcción de los túneles que albergaba una fábrica de
armas.
A finales de 1944, ante el avance
de las tropas aliadas, los SS ordenaron la evacuación de los campos situados
cerca del frente y miles de internos fueron obligados a emprender las conocidas
“marchas de la muerte” hacia otros campos situados en el interior de Alemania. Estas
“marchas” supusieron la muerte de unos 30,000 internos.
Soldados americanos entrando en el campo (abril 1945) |
La resistencia interna del campo
pudo hacerse con el control del campo, ante el abandono que se produjo, y
fueron los propios prisioneros quienes lo liberaron el 11 de abril de 1945
momentos antes de la llegada de las tropas americanas. En su interior aún
permanecían unos 21.000 prisioneros, algunos de los cuales fallecieron en las
siguientes jornadas a pesar del hospital de campaña organizado por las tropas
americanas.
Algunos de los prisioneros que
habían sido evacuados fueron liberados en las jornadas siguientes. A veces, los
prisioneros, eran abandonados por sus guardianes, en otras conseguían escaparse
y permanecer escondidos hasta contactar con las tropas aliadas. Otros muchos,
alrededor de unos 30.000 fueron asesinados o murieron exhaustos durante las”marchas”.
Fermín
Casorrán, había sido evacuado y en sus memorias recordaba el momento de su
liberación, el 16 de abril de 1945, con estas palabras:
"El día de nuestra liberación yo no cesaba de decir
“¡Ya estamos libres!” y lloraba de alegría y
decía “¡Viva la libertad!” y un soldado americano que hablaba español me
abrazó varias veces y me dijo lo siguiente: “que vivas muchos años y acuérdate
siempre de nosotros”.
Memorial: monumento a las víctimas. |
Para saber más:
GARRIGA, Marcel·li: Un vilanoví a Buchenwald. Vilanova i la
Geltrú. Amical de Mauthausen y Ed. Aldana, 2008.
GIMÉNO, Edmon:
Buchenwald, Dora, Bergen-Belsen. Vivències d’un deportat. Barcelona,
Amical de Mauthausen, 2007.
SEMPRÚN, Jorge: Viviré con su
nombre, morirá con el suyo. Barcelona, Tusquets, 2002.
SEMPRÚN, Jorge: El último viaje.
Barcelona, Planeta, 2000.
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