Con su traje de botones. Foto: El Mundo |
Numerosos medios de comunicación se hicieron eco, en abril de 2004, de su fallecimiento en Arles Sur Tech (Francia) por ser una persona que había adquirido fama con su aparición, en los sorteos de lotería de Navidad, ataviado con un sombrero rojo, un traje confeccionado con cientos de botones de colores y paraguas muy llamativo. El diario ABC el día 4 de abril publicaba una reseña donde se leía:
Jamás fallaba. Acudía desde su domicilio de Céret, en el sur de Francia. Siempre puntual a la cita cada 22 de diciembre en el Salón Nacional de Loterías. Y en la Puerta del Sol, para dar la bienvenida al Año Nuevo. Así, durante 24 años consecutivos. Sus trajes le habían hecho famoso en toda España. Nunca repetía modelo. Tenía un amplio repertorio de levitas plagadas de botones de todos los tamaños, colores y formas que se decoraba él mismo, junto a su inseparable paraguas y chiste.
Rastreando la prensa podemos hallar referencias a su presencia en dichos sorteos en diferentes años, sirva, como ejemplo, la publicada por La Vanguardia el 23 de diciembre de 1994:
El más madrugador llegó a la una de la madrugada. A esa hora el termómetro marcaba dos grados bajo cero. El frío no arredró a este gallego de 33 años, de profesión comercial. Pronto tuvo compañía, Salvador Benítez, más conocido como "el loco de Matarranya" , un jubilado residente en el sur de Francia, de 77 años, habitual de los medios de comunicación en estas fechas. Vestido con un frac de botones fosforescentes, chistera y paraguas, Benítez destacó entre los estrafalarios asistentes al sorteo que reinciden año tras año. "Vestido así hago felices a los españoles. Tengo más de veinte trajes; todos hechos por mí", comentaba poco antes del inicio del sorteo
Conocido como “El Botones”, “Pajaritos” o el “Loco del Matarraña”, apodo que prefería por referirse a sus orígenes en esta comarca turolense, pocos conocían la historia real de quien aparecía en público de una forma tan desenfadada y estrafalaria.
Salvador había nacido en Valderrobres el 22 de noviembre de 1917, era hijo de un sevillano y una aragonesa. Su padre trabajaba en la construcción del embalse de Pena. De ideología libertaria colaboró con el comité que se formó en la localidad tras el inicio de la Guerra Civil. No tenemos claros sus destinos durante la Guerra aunque parece ser que estuvo en el frente de Teruel, entre finales de 1936 y 1937. En la primavera de 1938, estuvo combatiendo por tierras levantinas hasta que recabó en el puerto de Valencia. Por barco se dirigió hacia Barcelona, a principios de 1939, no pudiendo desembarcar en la ciudad por haber caído en poder de los franquistas. Siguió hacia el norte y acabó cruzando la frontera francesa por la zona de Setcases. Sabemos que estuvo en el campo de refugiados de Argeles y posteriormente salió a trabajar en un Grupo de Trabajadores Extranjeros. Entró en contacto con las Resistencia y fue detenido en Montgnvray en febrero de 1942. A partir de entonces, estuvo encarcelado durante algo más de un año y él mismo resumía su experiencia con las siguientes palabras: “En febrero del 39 pasé por el Pirineo. He dado vueltas por todas las cárceles y campos de Francia y Alemania. Me escapaba cuando podía”.
Saint Lambrecht |
Como otros prisioneros pasó a engrosar las filas de quienes fueron deportados a la Alemania nazi. Salvador Benítez ingresaba en el campo de Mauthausen (Austria) el 13 de mayo de 1943 siéndole adjudicada la matrícula 29925. En el campo central estuvo un mes y fue transferido al kommando que se había instalado en la localidad de Saint Lambrecht, situada a unos 200 kilómetros al sur de Mauthausen. Los efectivos humanos desplazados hasta esta zona montañosa de la región de Styria, situada al sur de Austria, fueron 99 republicanos y su misión consistía en realizar tareas forestales, ganaderas y agrícolas para los SS. El trato y las condiciones de vida fueron tolerables, lo cual le permitió a Salvador, y la mayoría de sus compañeros, llegar a la liberación que se produjo, entre el 11 o el 12 de mayo por las tropas británicas.
Tras la repatriación, se instaló en París. Laboralmente estuvo empleado en un taller mecánico como pintor de coches hasta que accedió a la jubilación anticipada, motivada por las secuelas que le dejó su paso por el campo de concentración. Volvió a su Valderrobles natal una vez recuperada la democracia y su presencia en la localidad –según el periodista LLuis Rajadell - “fue una señal de normalización democrática y de que las heridas de la Guerra Civil se empezaban a cerrar”. Su asistencia a los sorteos de la Lotería Nacional, ataviado de aquella forma tan peculiar, le dio popularidad. Participaba de forma regular en las fiestas de su pueblo, atendiendo la curiosidad de los niños y era fácil encontrárselo en cualquiera de las fiestas tradicionales celebradas en Aragón: La Vaquilla, San Lorenzo, El Pilar, en las fiestas patronales de Alcañiz,…
Salvador con traje de deportado y bandera republicana en un acto en Argeles |
Pero no todo era fiesta y desenfado, Salvador participó también en numerosos actos de homenaje y de recuero a los exiliados y a las víctimas del nazismo vestido con el traje regional o con el de deportado: en as jornadas que se celebraron en Huesca, en mayo de 1988; en homenajes celebrados en los campos del sur de Francia y, también, en el propio campo de Mauthausen donde viajaba para desfilar, en el acto de homenaje internacional, junto a sus compañeros supervivientes y familiares de las víctimas.
En cumplimiento de su expreso deseo, el día 1 de mayo de 2004, sus cenizas fueron arrojadas a su estimado río Matarraña, a su paso por Valderrobres, por su esposa, familiares y los amigos que tenía en la población bajoaragonesa. Su popularidad y su carácter seguía en el recuerdo de quienes le conocieron: el año 2010 el cartel ganador que anunciaba las fiestas de Alcañiz –obra del artista Vicente Martínez Ferrer- estaba inspirado en la personalidad de Salvador Benítez.
La noticia de su fallecimiento en:
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