sábado, 12 de abril de 2014

11 DE ABRIL: Aniversario de la liberación de Buchenwald

Este campo nazi entró en funcionamiento en julio de 1937 y, en un principio, su finalidad fue la de acoger presos comunes. Se ubicó en las cercanías de la ciudad de Weimar junto a la cantera de Ettersberg, conservando, en su interior, el roble de Goethe en homenaje del autor mitificado por los nazis. A finales de año albergaba unos 2.500 internos que llegarían a 10.000 un año más tarde.
Vista del campo de Buchenwald (1945)
 A partir del inicio de la Segunda Guerra Mundial, el campo se internacionalizó con la llegada de prisioneros de guerra de diferentes nacionalidades: checos, polacos, franceses.... Tras la invasión de la URSS muchos prisioneros, procedentes de la Unión Soviética, fueron deportados a Buchenwald. A partir de 1943, los alemanes vaciaron las prisiones francesas y los internos resistentes fueron deportados a Alemania para ser destinados a realizar trabajos forzados en las instalaciones industriales de los campos. A Buchenwald llegaron varios grandes transportes que partían, principalmente, de Compiègne  y, entre estos deportados –la mayor parte de ellos de nacionalidad francesa- se encontraban algo más de 500 republicanos españoles.

Republicanos deportados a Buchenwald

Primer destino
De otros campos
Total
Liberados (11-4-45)
Republicanos
532
103
635
338
Aragoneses
45
12
57
24







Prisioneros en el barracón (1945)
 Pero el trabajo esclavo no sólo tenía lugar en el interior del campo.  Como en la mayoría de los casos, del campo de Buchenwald dependían un número importante de kommandos externos: algo más de 130, repartidos por una amplia zona de Alemania,  donde los deportados realizaban su trabajo esclavo, la mayor parte de las ocasiones, en unas condiciones infernales. Entre estos  kommandos  externos cabe destacar el de Dora  donde la mortalidad de los prisioneros fue muy elevada por las extremas condiciones que sufrieron, miles de deportados, en la construcción de los túneles que albergaba una fábrica de armas.

A finales de 1944, ante el avance de las tropas aliadas, los SS ordenaron la evacuación de los campos situados cerca del frente y miles de internos fueron obligados a emprender las conocidas “marchas de la muerte” hacia otros campos situados en el interior de Alemania. Estas “marchas” supusieron la muerte de unos 30,000 internos.

Soldados americanos entrando en el campo (abril 1945)
La resistencia interna del campo pudo hacerse con el control del campo, ante el abandono que se produjo, y fueron los propios prisioneros quienes lo liberaron el 11 de abril de 1945 momentos antes de la llegada de las tropas americanas. En su interior aún permanecían unos 21.000 prisioneros, algunos de los cuales fallecieron en las siguientes jornadas a pesar del hospital de campaña organizado por las tropas americanas.

Algunos de los prisioneros que habían sido evacuados fueron liberados en las jornadas siguientes. A veces, los prisioneros, eran abandonados por sus guardianes, en otras conseguían escaparse y permanecer escondidos hasta contactar con las tropas aliadas. Otros muchos, alrededor de unos 30.000 fueron asesinados o murieron exhaustos durante las”marchas”. Fermín Casorrán, había sido evacuado y en sus memorias recordaba el momento de su liberación, el 16 de abril de 1945, con estas palabras:

"El día de nuestra liberación yo no cesaba de decir “¡Ya estamos libres!” y lloraba de alegría y  decía “¡Viva la libertad!” y un soldado americano que hablaba español me abrazó varias veces y me dijo lo siguiente: “que vivas muchos años y acuérdate siempre de nosotros”.

Memorial: monumento a las víctimas.
A lo largo de los siete años de funcionamiento albergó unos 250.000 prisioneros de los cuales hallaron la muerte unos 56.000. En la actualidad el campo de Buchenwald, se ha convertido en un moderno Memorial con un completo servicio pedagógico, preparado para acoger grupos de estudiantes, e instalaciones adecuadas -albergue,  espacios de estudio, maquinaria y talleres-  para  conocer y reflexionar sobre la vida y la muerte de los prisioneros internos en el campo.

Para saber más:

GARRIGA, Marcel·li: Un vilanoví a Buchenwald. Vilanova i la Geltrú. Amical de Mauthausen y Ed. Aldana, 2008.
GIMÉNO, Edmon: Buchenwald, Dora, Bergen-Belsen. Vivències d’un deportat. Barcelona, Amical de Mauthausen, 2007.
SEMPRÚN, Jorge: Viviré con su nombre, morirá con el suyo. Barcelona, Tusquets, 2002.
SEMPRÚN, Jorge: El último viaje. Barcelona, Planeta, 2000.

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