El acto organizado en Castellote (Teruel) bajo el título “La
otra historia: aragoneses en los campos de concentración nazis” es una continuación
de las Jornadas dedicadas a la Memoria de la Deportación Republicana que se han
venido organizando, desde el año 2005, en la localidad de Ejulve. La
intencionalidad era la de ampliar la experiencia a otros municipios y en este
sentido, la acogida por parte del Centro de Estudios Locales de Castellote, cuyo
presidente Alberto Iranzo presentó la jornada, ha sido totalmente
satisfactoria.
Alberto Iranzo, Juan M. Calvo y Elisa Plana. Foto CECAS |
En primer lugar, Elisa Plana desarrolló una ponencia titulada
“La labor de la Amical de Mauthausen: 50 aniversario”. Se remontó a su fundación,
en 1962, por un grupo de deportados que habían regresado del exilio en los años
inmediatos a la finalización de la Segunda Guerra Mundial; siguió la exposición
enumerando los diferentes ámbitos de difusión y actuación de la Amical, haciendo
especial hincapié en uno de sus principales proyectos: el viaje con estudiantes
para visitar los memoriales de Mauthausen, Gusen, Ebensee y del castillo de Hartheim,
y participar en el homenaje internacional
que, año tras año, se celebra conmemorando
la liberación del campo.
Elisa es buena conocedora del proyecto puesto que en los
últimos años ha colaborado intensamente con la Amical de Mauthausen, desde el
Programa Amarga Memoria (hoy ya desaparecido) del Gobierno de Aragón, para
facilitar la participación de grupos de estudiantes aragoneses, que han estado
presentes todos los años, desde el 2005 en que se inició esta experiencia y a
la que han asistido junto a otros grupos de estudiantes procedentes de
diferentes Comunidades Autónomas.
Apoyándose en imágenes actuales del campo de Mauthausen, con
otras de carácter histórico y fragmentos de vídeos de algunos supervivientes
(Mariano Constante, José Alcubierre, y Francisco Bernal) Elisa justificó la
realización de estos viajes como una forma activa y necesaria de concienciar a
la juventud de los peligros de la intolerancia y del resurgimiento de
movimientos políticos fascistas, a partir del conocimiento de la experiencia de
las víctimas del nazismo y de los propios espacios memorialistas de la
deportación.
Violeta (izquierda) explicando su experiencia. Foto CECAS |
Al finalizar la intervención de Elisa, se incorporó a la
mesa Violeta Miravet Buñuel, de Castellote, una estudiante del grupo del
Instituto de Alcañiz que ha participado, de forma muy destacada, en el último
viaje celebrado el pasado mes de mayo. Violeta explicó lo que había significado
para ella esta experiencia personal, cómo le había cambiado la percepción
inicial del viaje al compartirlo con los deportados y familiares de las
víctimas, las impresiones recibidas al transitar por los espacios de muerte de
los campos e hizo explícito su agradecimiento por haber podido participar,
junto a sus compañeros de Instituto, en el viaje a Mauthausen.
En la segunda parte me correspondió explicar los objetivos,
gestación y contenidos de mi libro “Itinerarios e identidades…”. Un libro que,
como ya he dicho en otras ocasiones, no ha querido profundizar en la descripción
de la propia experiencia de los republicanos en los campos nazis, sino el dar a
conocer los caminos, los trayectos, que les llevaron a la deportación e
intentar recuperar sus identidades. Ese fue el objetivo principal del libro, en
cuya idea inicial mucho tuvo que ver Ana Oliva y en su desarrollo posterior la
propia Elisa Plana, cuando tuvieron, ambas, responsabilidades de coordinación
del Programa Amarga Memoria, editora de la obra.